Siguiendo el ejemplo de cualquier otro ser vivo, estos pájaros del amor requieren una serie de cuidados y atenciones que no reciben cuando no estás con ellos. Es por este motivo que debes anticiparte a cualquier necesidad que puedan surgirles. Para tal fin, asegúrate de aplicar los consejos que leerás a continuación. Así podrás irte tantos días como quieras sabiendo que, al regresar, esta ave psitaciforme estará en perfecto estado.
Lo más importante de todo es que el agapornis tenga la suficiente cantidad de agua y comida. Respecto al líquido elemento, conviene destacar que hay bebederos automáticos, los cuales eran impensables antaño cuando la evolución tecnológica no había penetrado en el sector de las mascotas.
En caso de que no dispongas de un sistema para automatizar el suministro de agua, siempre es mejor excederte que quedarte corto. Si es necesario, coloca un segundo bebedero para cuando el agapornis se termine el agua del primero.
Para un agapornis, cualquier sobresalto puede suponer un grave problema. Es por este motivo que, antes de marcharte de vacaciones, debes asegurarte de que la jaula está lo suficientemente segura. ¿En qué sentido? Primeramente, en lo que respecta a las condiciones climatológicas como el viento y el sol. Ninguno de ellos ha de afectar de forma directa al “hogar” de tu ave, así que cierra puertas, ventanas y persianas si es necesario, sin que ello suponga que se quede sin la luz natural que tanto necesita.
Adicionalmente, revisa el sistema de cierre. En líneas generales, las jaulas cuentan con varios de ellos: el principal, el del techo, etcétera. Es fundamental que te asegures de que todos están debidamente cerrados.
Continuando con lo referente a la jaula, ten en cuenta que para tu agapornis es como su casa. ¿Cómo te sentirías si tu propio hogar estuviera lleno de heces y de restos de comida? A las aves como estas tampoco les sienta bien, sobre todo si van a estar solas durante un tiempo.
Así pues, conviene que hagas una limpieza a fondo de la jaula. Elimina hasta el más mínimo rastro de suciedad con el claro objetivo de que el agapornis se sienta bien en ella. Es inevitable que, durante su ausencia, termine ensuciándose lo que el ave considera su entorno hogareño. Sin embargo, cuando vuelvas, estará en un estado aceptable.
Respecto a la limpieza, ten en cuenta que una jaula de agapornis puede aguantar en buen estado dos o tres semanas, pero no mucho más. Si prevés estar fuera una mayor cantidad de tiempo o incluso si el período será inferior, tal vez convenga que deposites tu confianza en algún familiar, amigo o conocido para que vaya a tu casa y se encargue de limpiarla antes de tu regreso.
Aprovechando la visita, la persona en cuestión puede hacer otras comprobaciones de vital importancia, como las relacionadas con la cantidad de agua y comida, amén de darle al agapornis los estímulos sociales que necesita.
Independientemente de si tu agapornis tiene pareja o no, lo más probable es que interactúe mucho contigo. A diferencia de otras aves que no hacen mucho caso a los humanos, estamos ante unos seres vivos a los que les encanta la compañía de las personas. Desafortunadamente, tú no estarás durante unos días o semanas, así que deberás compensar esa falta de estímulos. ¿De qué manera?
Una de las mejores ideas es la de comprarle algún juguete nuevo que estimule su mente. Las campanas colgantes del techo de la jaula acostumbran a gustarles muchísimo tanto por la facilidad de uso como por el ruido que hacen al ser agitadas con sus picos.
El hecho de que no estés presencialmente junto a tu agapornis no tiene por qué significar que tu mascota sufra las consecuencias de estar solo. Como hemos dicho antes, los estímulos son importantísimos para estos animales.
Por suerte, en pleno 2025 son numerosas las soluciones tecnológicas que sirven para comunicarse a distancia con tus agapornis. Así lo demuestran las cámaras de vigilancia que, por apenas 20 euros, se instalan en tu hogar y permanecen conectadas a la red Wi-Fi. Sea cual sea tu ubicación, puedes establecer conexión con el dispositivo y emitir un mensaje de voz que el pájaro escuchará con mucha ilusión y al que probablemente responderá al reconocerte sonoramente.
Aplicando todos estos consejos que te hemos dado, tu agapornis estará perfectamente cuando vuelvas de vacaciones sin que haya notado demasiado tu ausencia, por lo que su estado de salud seguirá siendo óptimo a nivel físico y mental.